Cómo mantener el agua de tu piscina limpia y sana: todo lo que necesitas saber sobre el tratamiento químico con cloro
El cloro es uno de los productos químicos más utilizados para el tratamiento del agua en piscinas, ya que ayuda a eliminar bacterias, virus y otros microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud de los usuarios. Sin embargo, su uso debe ser adecuado y sostenible para evitar dañar el medio ambiente y la salud.
El cloro se puede encontrar en distintos formatos, siendo los más comunes los siguientes:
- Cloro granulado: es la forma más común y fácil de utilizar. Se disuelve rápidamente en el agua y se aplica directamente en la piscina. Es importante que se dosifique correctamente según el volumen de agua de la piscina y la cantidad de cloro necesaria para mantener la desinfección adecuada. Se recomienda utilizar guantes y protección ocular para manipularlo. En piscinas de poliéster o lámina armada/liner es aconsejable disolver cuidadosamente el cloro antes de añadirlo al agua.
- Pastillas de cloro: son una forma muy conveniente de utilizar el cloro. Se colocan en un dosificado flotante o en el skimmer de la piscina y se disuelven lentamente en el agua. Su dosificación es más fácil de controlar que con el cloro granulado, pero es importante que no se sobredosifiquen para evitar problemas de irritación de la piel y los ojos. También se recomienda utilizar guantes y protección ocular para manipularlas.
- Cloro líquido: es el formato menos común, pero puede ser muy eficaz en ciertas situaciones. Se dosifica en el agua de la piscina con una bomba dosificadora y se mezcla con el agua. Es importante asegurarse de que el cloro líquido que se utiliza tenga la concentración adecuada para evitar la sobredosificación. También se recomienda utilizar guantes y protección ocular para manipularlo.
Para utilizar el cloro de manera adecuada y sostenible, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Mantener un nivel adecuado de cloro en el agua de la piscina según las recomendaciones del fabricante y la normativa local.
- No sobredosificar el cloro para evitar problemas de irritación de la piel y los ojos de los usuarios.
- No mezclar diferentes formatos de cloro, ya que pueden producir reacciones químicas peligrosas.
- Almacenar el cloro en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor y de la luz solar directa.
- Deshacerse del cloro sobrante de manera responsable, siguiendo las normativas locales.
Es importante mantener el nivel de Ph entre 7,2 – 7,6 para que el cloro funcione correctamente y cumpla su papel desinfectante. No olvides revisar los niveles de cloro periódicamente durante la temporada de baño.
Siguiendo estas recomendaciones, se puede utilizar el cloro de manera adecuada y sostenible para mantener el agua de la piscina en condiciones óptimas de desinfección y seguridad para los usuarios.
Si necesitas más información o consejos sobre cómo realizar el tratamiento del agua de la piscina correctamente no dudes en contactarnos ¡Te ayudamos!